Difícil encontrar una ruptura de las reglas tan manifiesta, pues en este caso: más bien es la regla, que no haya reglas. Al menos para estos intentos de poemas. Diría entonces que son más bien ideas sueltas, sentimientos expresados, referencias emocionales a momentos de la vida, espontáneos, libres y, quizáz, desafiantes con la lírica.

No es gratituo que así sea. Es mi postura relativa a lo artístico, a lo creativo, al menos para mí y para mis obras, pinturas, escritos y, un tanto, para la arquitectura, más limitada al respecto, por supuesto.

Es la mirada postmoderna con la que inevitablemente veo todo. Difícil dejar de aceptar que mi postura crítica frente a la vida sea esta: ¿para qué reglas en lo que no requiere tenerlas?.

Así es que hay un asunto filosófico que me perturba y que está detrás de esto. A ello le dedico en capitulo final la entrevista y un extracto de mi libro sobre el tema, que presento, para dar contexto.